noviembre 26, 2008

El ataque de los pingüinos

Soy fan del horario de verano: me encanta disfrutar de luz solar hasta las 7 o 7:30 de la tarde. Las mañanas oscuras no me afectan, pero en esta época la temprana llegada del anochecer... ugh. Siempre he tenido problemas para trabajar de noche (mmhh, eso sonó raro). Nomás se pone el sol y lo que quiero es cenar, relajarme, dedicarme a actividades lúdicas, y por supuesto dormir.
Y si a eso le agregamos temperaturas sorprendentemente bajas para esta época, frentes fríos atacando inmisericordemente, un grave déficit de suéteres en mi guardarropa y una casa en una zona “fresca”, bueno, tengo motivos (pretextos) suficientes para preparar grandes cantidades de chocolate caliente y meterme a la cama temprano. Con sábanas de franela, por supuesto.

1 comentario:

FerGil dijo...

Yo también amo el horario de verano, pero admito que no tengo ningún problema en trabajar estilo búho: es más, creo que es mi momento preferido para hacerlo. Siempre he sido partidario de dormir a las 4am y despertar a mediodía, jejejeje.

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