mayo 12, 2013

Nuestra blogger en La Habana 1 - Turistas azorados


Sírvanse un cafecito, porque esto va para largo...

Por múltiples y profundas razones, la muy honorable familia Özer hizo un viaje rápido a Cuba. Tuvimos la fortuna de contar con la enorme generosidad de un amigo cubano que nos recibió en su departamento, por lo que nuestro contacto con La Habana fue un tanto más íntimo que el del turista común. Grande y conmovedora experiencia...

Para empezar, esta su corresponsal encontró el aeropuerto internacional José Martí un tanto intimidante. Sería por la prevalencia de los colores rojo y beige en sus paredes y molduras de acero, por la cantidad de personal de aduanas y seguridad, por esos módulos de migración donde hay que pasar de uno en uno (no en familia, como siempre me había tocado) y cruzar al final una puerta sólida de madera, que una vez librada no permite ver cómo van con sus trámites los otros miembros del entourage... y luego pasar un módulo de rayos X para el equipaje de mano en donde una oficial muy mona me preguntó (no sin autoridad) si ya había acabado de leer las revistas que llevaba en la mano. Le dejé el más reciente número de Elle, nomás para desestabilizar al régimen.

Luego, a cambiar moneda para obtener Pesos Convertibles o CUC, la moneda de curso para el turista y que es recibida en hoteles, restaurantes, taxis, tiendas, etc. Ahí empieza el problema: un país, dos monedas. El CUC equivale aprox a 1.3 dólares americanos, y un CUC equivale a 24 Pesos Cubanos, que es la moneda en la que reciben su sueldo la mayoría de los cubanos y que, para efectos prácticos, sólo sirve para comprar artículos de canasta básica y para pagar el transporte público y algunas rentas. Así de entrada ya tenemos una división clara entre cubanos: los que sólo ganan pesos y los que ganan algo en CUCs por trabajar en empresas cubano-extranjeras o por recibir propinas. Bienvenida al socialismo, chica.

Al salir de la terminal el aire tropical me llegó de lleno, junto con el olor a petróleo que me seguiría durante días. Resulta que en Cuba la gasolina es muy cara (un 50% más cara que en México) y se paga en CUC, así que casi todos los autos y camiones funcionan con diésel... o petróleo, como le dicen allá, que es más barato. Aún mi olfato chilango acostumbrado a inhumanas cantidades de smog tomó nota de inmediato. Lo bueno es que el viento sopla fuerte en esas tierras.

La zona donde nos quedamos unas noches es céntrica y activa, repleta de edificios de departamentos, algunos comercios y los ahora populares restaurantes privados ("Paladares" les dicen a algunos). Con la amable guía de nuestro amigo recorrimos los sitios de interés habitual para el turista... con la ventaja de la información de primera mano de un local.

La primera sorpresa: La Sección de Intereses de los Estados Unidos... un pedazo de EUA en pleno malecón de La Habana, en circunstancias de que estos dos países NO tienen relaciones diplomáticas. Está tan bien resguardada que ni siquiera se pueden tomar fotos del edificio desde la acera de enfrente.

Con una dizque flecha roja marco el edificio de la Sección de Intereses, con una flecha negra los astabanderas de la Tribuna Antiimperialista que, cuando tienen banderas, ocultan parte del edificio. Los arcos son parte de la plaza en la que se llevan a cabo manifestaciones y conciertos. Tú me pones una embajada de facto, yo te pongo un símbolo de la Cuba revolucionaria.
Oh, la difícil e ineludible relación de Cuba con los yanquis. Una y otra vez a lo largo de La Habana encontramos las persistentes huellas del pasado imperialista, ahora recicladas de variadas maneras.

El Capitolio (no less), ex-sede de gobierno, ahora en reparación. Vean los autos azules.
Paso a paso, bajo el tremendo sol y el calor caribeño, hicimos el peregrinaje obligado de todo turista a La Habana Vieja y otros sitios de interés. Imágenes bellas y experiencias sorprendentes, una y otra vez.
Hotel Nacional de Cuba, una belleza frente al mar

Calle Obispo, en La Habana Vieja. Turistas y locales se entretienen por igual en esta zona

Al fondo el antiguo edificio de Bacardí (sí, el ron), al frente una estación de bomberos (La Habana Vieja)

A la izquierda el enorme edificio Focsa, con cientos de departamentos y comercios y restaurantes en la planta baja. En la cima tiene un restaurante y un bar desde el que se contempla toda La Habana. Los árboles están en los terrenos del Hotel Nacional.

El malecón, con todo y turibús habanero. No tomé ese tour porque el sol estaba mortal y vale la pena viajar en la parte descubierta para apreciarlo todo.

Museo de Cristóbal Colón, en una antigua construcción colonial. El viaje fue tan corto que no tuvimos tiempo de visitar ningún museo.

Plaza de la Revolución, flanqueada por el monumento a José Martí (el obelisco es impactante) y los dos característicos edificios con las imágenes del Che Guevara y Camilo Cienfuegos (admito que no sabía quién era este personaje, pero Wikipedia entró al rescate).
El Floridita, bar de leyenda donde asistía Ernest Hemingway. Espléndidos daiquirís, botanas y un ambientazo sorprendente para un domingo antes del medio día.

Y así nos fuimos empapando del ambiente de La Habana, a ritmo de son y con sanísimas dosis de ron (los mojitos no tienen paralelo) y habanos Cohiba. Pero lado al lado de tanta belleza convive la Cuba del ciudadano de a pie, ruda, intensa y enervante. Cuando menos para mí. Ya la veremos en el el siguiente post.

5 comentarios:

Ale dijo...

Cknque desestailizando el sistema eh? Espero la 2a parte!

Carmen Tye dijo...

Asi como te decía el otro día me despierta sentimientos encontrados, gracias al atraso que tiene el pueblo Cubano podemos observar ese aspecto Vintage que conserva, pero.. Hay Dios! Yo pensé que la gasolina se las pasaba Venezuela... digo, y a lo mejor era mas barata pero.. Como estamos hablando de un sistema peculiar pues si tienen medidas disciplinarias medio espartanas no?

Esperamos la sigte y las fotos de lujo!
Gracias Comadre!

Mar dijo...

Ya, la segunda parte viene pronto verdad???
Es que uno se queda con el deseo de por favor, que sea pronto el siguiente!!!

Ale lu dijo...

Lo disfruté mucho! Nice pics!!

Anónimo dijo...

que maravillas e fotos, sobretodo esa del edificio Bacardi desde el portal del Sloopy Joe's frente al cuartel de bomberos, pasé mi infancia correteando por esos lares cuando aun pertenecían a los cubanos y no a los turistas. Lastima que esos bellos edificios fueron todos construidos por eso que llamas imperialismo. Por desgracia la arquitectura socialista no deja ninguna huella que perdure, busca en wikipedia Reparto Alamar y tendrás una muestra. Gracias me has hecho dar un paseo por mi Habana sin gastar un peso. Es un placer leerte. Gracias

Guaso

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